El béisbol ha sido, históricamente, el deporte de los panameños, y aunque en los últimos años el fútbol ha ganado terreno, en el apartado económico es el rey indiscutible.
Ninguna otra disciplina les ha generado a los atletas istmeños tanto dinero como el deporte de las manillas y los bates.
Los números no mienten. Si se toman en cuenta, por ejemplo, los salarios de este año de ciertos deportistas élites, las diferencias son colosales.