Juegavivo. Tarifas fijas, requisitos extraordinarios y hasta viajes son algunas de las exigencias que han hecho los sacerdotes, entre ellos panameños, por celebrar en casas particulares, hoteles y otras localidades sacramentos de la eucaristía, bautismo y matrimonios.
Pero este negocio llegó a su fin cuando ayer la Conferencia Episcopal Panameña CEP estableció disposiciones para regular la participación de predicadores, ministerios de música y afines, en el territorio de la provincia eclesiástica de Panamá.