Se dice que cuando los pastores se alejaron del pesebre, un joven tímido estaba allí temblando, y temeroso miraba a lo lejos.
-Acércate -le dijo Jesús- ¿Por qué tienes miedo?
-No me atrevo no tengo nada para darte. -Me gustaría que me des un regalo -dijo el recién nacido.
Aquel niño admitió que no tenía nada en sus bolsillos.
Quiero que me des tres regalos -contestó Jesús. Con gusto -dijo el muchacho, pero ¿qué?
-Ofréceme el último de tus dibujos.