El lugar se ha convertido no solo en un criadero del mosquito Aedes aegypti, sino que los delincuentes han tomado el sitio como su guarida y se esconden en su estructura para atacar a sus víctimas.
Muchos niños y niñas pasan por este sitio para ir a sus escuelas, por lo que los moradores hacen un llamado a las autoridades a poner orden.





