Un día una princesa buscaba con quién casarse, llegaron muchos príncipes de todos los reinos, llegaban con muchas prendas y regalos para agradar a la princesa, pero también llegó un indigente del pueblo y le dijo:
"Yo no tengo nada que ofrecerte, pero puedo pasar 90 días sentado aquí en la plaza del pueblo sin comer ni pararme por ti". Ella aceptó la propuesta...
Después de 89 días sentado allí pasando hambre, frío y cualquier tipo de necesidad, cuando solo le faltaba una hora se paró y se fue sin decir nada.