El agente Darren Wilson, a quien un gran jurado decidió no imputar por la muerte del joven negro Michael Brown en Ferguson (EE.UU.), decidió renunciar a su puesto a raíz de amenazas creíbles contra el departamento de Policía local y otros oficiales, explicó su abogado.
Wilson presentó su renuncia dos minutos después de que el jefe de la Policía de Ferguson, Tom Jackson, le hablase de esas amenazas, según comentó su abogado, Neil Bruntrager, a la cadena NBC.
Jackson pensó que, si Wilson dejaba su puesto, se aliviarían esas amenazas.





