Entre fiesta y fiesta, Alemania sigue celebrando su título mundial.
Pero en el campo de juego, está muy lejos de confirmar que es el mejor equipo del mundo.
Mientras se suceden los halagos y el equipo de Joachim Löw es agasajado en todo el país, los campeones mundiales se han esforzado por mantener su reputación y hasta ahora han tenido una campaña de clasificación deslucida para la Eurocopa.
"Parece que nos hubiéramos estrellado contra la dura realidad'', comentó Loew la semana pasada.





