El papa pidió a la comunidad internacional que responda adecuadamente al terrorismo brutal y sin precedentes del Estado Islámico (EI) para frenar además el drama de la reducción de la presencia cristiana.
Asistimos a un fenómeno de terrorismo de dimensiones antes inimaginables (...) Parece que se ha perdido la conciencia del valor de la vida humana, que las personas no tienen valor y que pueden ser sacrificadas por otros intereses. Y todo esto, lamentablemente, ante la indiferencia de muchos, lamentó Francisco.





