Una exhibición de Ángel Di María condujo ayer a la nueva Argentina de Gerardo Tata Martino, a cumplir la revancha de la final del pasado Mundial Brasil 2014 ante Alemania, a la que batió por 2-4 en el encuentro amistoso disputado en Düsseldorf.
Di María, que no pudo estar en la final de Brasil debido a problemas musculares, sentó cátedra. Marcó un gol y firmó las asistencias de los otros tres. Fue el jugador decisivo de una Argentina que no extrañó al ausente Lionel Messi.





