La localidad española de Buñol (este) celebró su tradicional Tomatina, una fiesta conocida mundialmente por ser una gran batalla campal en la que durante una hora unas 22,000 personas se lanzan 140 toneladas de tomates maduros.
La de ayer fue la segunda Tomatina de pago desde que el año pasado, el Ayuntamiento de Buñol decidiese cobrar unos 13 dólares a los participantes para poder acceder a las calles del municipio con el objetivo de reducir el aforo a la mitad, puesto que en anteriores ediciones llegó a 50,000 personas.





