Ir a un hospital público para recibir atención médica es lo peor que le puede pasar a una persona. Así lo consideran algunos pacientes que han vivido esto para contarlo.
Una de estas pacientes es Judith Bonilla, quien recordó que llegó a la policlínica Manuel Ferrer Valdés, en Calidonia, y cuando pasó al cuarto médico, el doctor le dijo: "Yo te veo bien, solo te mandaré unos medicamentos para el dolor", sin antes chequearle el dolor que tenía debajo del abdomen.