Panamá hace nueve años se encontraba en un nirvana deportivo cuando el saltador colonense Irving Saladino, también conocido como el "Canguro", ganó en Pekín, con un impulso de 8.34 metros, la primera medalla de oro del país en la máxima justa deportiva de la orbe.
En las gradas de la gran mole de hierro y cemento, llamado el Nido de Pájaros, estaba Florencio Aguilar, entrenador del atleta panameño en sus inicios y quien fue testigo de cómo el atleta sellaba con oro todos sus años de esfuerzo.





