La tristeza, la inconformidad y la desesperanza por no tener medicinas se veías reflejadas en cada uno de los pacientes y familiares afectados por el envenenamiento del jarabe dietilenglicol que protagonizaron un cierre de vía en la Transístmica ayer.
Y es que armados con pancarta, sillas y bastones necesarios para mantenerse en pie, los pacientes denunciaron la falta de medicamentos, además de un supuesto negociado y corrupción en la entrega de bonos de indemnización, así como maltrato psicológico por parte del personal médico de la Caja de Seguro Social CSS.





