Sus lágrimas reflejan la tristeza que siente al ver cómo su deporte amado está casi extinto en Panamá. La decepción se apodera de su ser, al recordar aquellos años de gloria, en que el talento de la lucha libre istmeña era reconocida a nivel mundial.
Tres años después de su última visita a suelo patrio, el luchador panameño El Guapo Siniestro viene lleno de ilusión y con el corazón en la mano desde México para brindar sus conocimientos y hacer reaccionar a las nuevas generaciones sobre esta exigente carrera.





