Los belgas iniciaron ayer tres días de luto por las víctimas del aeropuerto y el metro de Bruselas, y el país continuaba en alerta mientras las autoridades buscaban a un sospechoso visto en un video de vigilancia con otros dos que se inmolaron.
Varias personas, al parecer, vinculadas con los ataques estaban prófugas y el nivel de alerta en el país permanecía al máximo, lo cual significa que existe la amenaza inminente de otro ataque inminente, dijo Paul Van Tigchelt, director de la comisión antiterrorismo de Bélgica.





