Al igual que sus predecesores, el papa Francisco recibe toda clase de regalos de dignatarios visitantes: placas, iconos religiosos y libros de ediciones especiales.
El viernes recibió un regalo muy especial del pequeño Luca Manconi, de tres años, nieto del presidente maltés George Abela, que llevó para la audiencia de su abuelo con el pontífice.
Cuando Luca y sus padres se sumaron a la delegación de Abela al término de la reunión privada de 20 minutos, le entregó al papa un pequeño dinosaurio de plástico.