Cuatro días han pasado desde que las aguas de la quebrada La Gallinaza inundaron las casas de los residentes de El Nance, en Concepción, Juan Díaz, y aún sus muebles dañados adornan las entradas de sus casas.
El panorama parece sacado de una película apocalíptica, pues frente a las viviendas están amontonados sillones, neveras y colchones, entre otros enseres.
Una que no supera lo acontecido es Wendy de Hoyos, ella perdió sus colchones y su nevera en la inundación y se asusta cada vez que el cielo está nublado.





