Sentirse bella por dentro se refleja en el exterior.
Una de las cosas más incómodas que le puede pasar a las mujeres es usar un brasier de talla equivocada o que no le da el soporte necesario.
Esa incomodidad no solo afecta el humor y la autoestima, sino que puede hacer lucir mal a la persona que lo use.
No es nada atractivo tener un brasier que no haga que la mujer pueda lucir sus atributos de la forma adecuada y dependiendo de la personalidad, y que en vez haga todo lo contrario.





