A propósito de los desvelos que tenemos los humanos por el dinero y el efecto que produce en nuestro corazón una vez que lo logramos, existe una pequeña fábula que dice así:
Un rico visitó a un sabio. El sabio lo invitó a mirar por la ventana:
- Mira por la ventana y di lo que ves.
- Veo gente, contestó el rico.
Después lo puso el sabio delante de un espejo y le dijo:
- Que ves ahora?.
- Me veo a mí mismo, contestó el rico.
Entonces le dijo el sabio: