Lograr una mejor ciudad, la eliminación de contaminación visual y tener mayor comodidad para los ciudadanos podría costarles unos 5 mil dólares más a los propietarios, por un inmueble donde se realice el soterramiento de cables.
Algunas empresas aducen que esa cantidad que se cobrará en un plazo de hipotecas de 25 a 30 años será insignificante en relación a los beneficios que obtendrán, explicó el viceministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial del Miviot, Eladio Ostia.