Sudáfrica recordará mañana el primer aniversario de la masacre en la mina de Marikana, en la que 34 mineros que secundaban una huelga ilegal murieron por disparos de la Policía.
La matanza ocurrió el 16 de agosto de 2012 en esa mina de platino, gestionada por la empresa Lonmin y situada a unos cien kilómetros de Johannesburgo, donde las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra miles de empleados atrincherados en una colina.