Hasta 56 cráneos humanos y otros 55 huesos formaban la macabra colección de un vecino de la región de Burgerland, en Austria, que se dedicaba a exhibir los huesos e incluso intentó vender alguno en un mercadillo, según informó hoy la radiotelevisión pública ORF.
El hombre, de 47 años, ha sido denunciado por perturbar la paz de los difuntos, después de que la Policía descubriera en su domicilio los restos humanos, que había sacado del camposanto de una parroquia, según informó la Policía de Burgenland.