El temor se apoderó de ellos. Con recelo, los residentes de Viejo Veranillo se acercaron al cuerpo de una mujer que yacía en un portal de un quiosco, pues por un momento pensaron que estaba dormida, pero en realidad estaba muerta.
Según los residentes, la mujer tenía días de estar vagando por el área y muchos de ellos le daban algo de comer; pero no pensaron que podría morir tan repentinamente.