Después de la aparición de un torso humano putrefacto en unos matorrales de Potrero Grande, residentes del corregimiento de El Coco de La Chorrera viven asustados y muy pocos quieren hablar del tema.
Mientras se practican los análisis de ADN, se presume que el cuerpo hallado en esta población corresponda al joven Carlos Enrique Yau Esturaín, quien vivía en el sector de Nuevo Horizonte.
Gertrudes González, radicado en la vía que conduce a Los Corozales, pidió con urgencia más seguridad, luminarias y calles.