Sanguino, de 33 años, se quedó sin brazo izquierdo tras ser embestido por unos coches que hacían carreras ilegales en Caracas, y aunque le recomendaron acostumbrarse a su discapacidad, ya son dos los miembros electrónicos que se ha hecho, y no para.
Entre los nuevos proyectos que tiene está fabricar otro miembro, esta vez robótico, y mejorar útiles y artilugios para personas con discapacidad con el fin de ayudar a los que, como él, deben sustituir alguna función averiada.