Casas, parroquias y asociaciones de vecinos de las favelas cariocas ofrecen camas, colchones o cualquier espacio en el que colocar un saco de dormir para recibir a parte de los cientos de miles de peregrinos que acuden a Río de Janeiro para ver al papa Francisco.
Las favelas Chapéu Mangueira y Babilonia, dos de las que se alzan en un monte escarpado sobre la playa de Copacabana, son el destino de muchos los peregrinos que viajaron a Río para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) la próxima semana.





