Un llanto desgarrador de una tía quien pedía que la viniera a buscar, era lo que se escuchaba en la Iglesia San Juan Bautista de Aguadulce, donde se realizó la misa de cuerpo presente de la sargento Araceli Migdalia Aranda, miembro de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), que fue asesinada por su esposo, mientras realizaba su trabajo de custodia en el Hospital San Miguel Arcángel en la ciudad capital.
Tati, como cariñosamente la llamaba su familia, era de Aguadulce, pero por su trabajo por más de 20 años vivió en la capital.





