Un escalón al cielo es lo que nos dicen cuando hacemos una buena obra. Entonces, es normal que las personas entren en ese juego mental de que cada vez que hacen algo bueno se acercan más a la posibilidad de entrar en el paraíso. Pero ¿qué pasa si en vez de ganarnos escalones para llegar al paraíso, construimos la escalera más hermosa que jamás nadie ha construido?
Selarón es el artista que conocí en Río de Janeiro, y honestamente una de las personas más interesantes del viaje que les he estado contando.