Una historia de superación. Así ha sido la vida de Amado Martínez, un muchacho de Los Cerritos de El Valle de Antón, quien tomó la difícil decisión de alejarse de sus padres para ser alguien en la vida.
Con una maleta cargada de ilusiones dejó su hogar para ingresar a la Escuela Vocacional de Chapala, con el objetivo de convertirse en mecánico automotriz.
Al principio le costó mucho adaptarse, pues nunca se había separado de su mamá, Aminta Ruiz, y de su padre, Candelario Martínez.