Yap y los otros 33 atletas con sus respectivos entrenadores de olimpiadas especiales fueron agasajados ayer, en una mañana lluviosa, en un restaurante del Centro Comercial El Dorado.
Acomodado en su mesa, el nadador hace una pausa mientras conversa, alza la cabeza, se ríe, agarra sus medallas y expresa, Phelps es un ganador y yo también soy un ganador.