Los feligreses católicos en la ciudad de Colón se quedan sin iglesias para asistir a las misas, ya que las dos más importantes tienen problemas y, a veces, no pueden ser utilizadas.
La Iglesia Virgen del Carmen, desde hace varios años, se ha convertido en un santuario flotante, ya que cada vez que llueve queda rodeada de agua estancada por días.
En las últimas semanas con los aguaceros, el agua se mantiene rodeando esta parroquia.





