"Hola Viola cómo estas". "Bien", respondí. "Te ves como diferente hoy". "¿Sí?", agregué.
"Estás como peinada". "¿Cómo?" O sea, ¿significa que los demás días estoy despeinada?
No, lo que sucede es que estás más peinada de lo normal", esto fue lo que me dijo un colega en la redacción para la cual laboro y no sé qué fue peor, que me dijera que estaba peinada o que me dijera que estaba más peinada de lo normal. Si hubiese seguido la conversación, lectores, creo que la situación hubiera empeorado.