No te dejes callar

Bien dijo un profesor que el que pregunta es tonto por un minuto y el que no lo hace es tonto para toda la vida.

Es una frase que aunque suene un poco fuerte, me identifico con ella y para ser sincera, me suena familiar.

Soy de las personas a las que desde niña le encanta preguntar.

Soy de las que tengo el concepto que no soy de fracasar en algo y quedarse sin entender por el mero hecho de no pasar pena y complacer a otros; sin embargo, hay quienes no están de acuerdo con esto, no preguntan, no entienden y le ponen cara a los que lo hacen, o sea, no viven ni dejan vivir.

Acepto que podía ser un poco irritante, pero de mi boca no salió ninguna pregunta fuera de lugar e incluso siento que despejaba las dudas de otros que por vergüenza no querían hablar.

Fueron muchas malas caras, comentarios que escuchaba entre dientes y más que tristeza, me daba lástima ver cómo un estudiante de periodismo no se atreva a hacer una sola interrogante.

¡Ojo! no es para cepillar a los profesores, pues no es así, es simplemente aprovechar el momento y el lugar para salir de dudas.

Al igual que yo, hay muchas personas en esta situación, pero hay quienes se cohíben y se dejan vencer por el primer comentario malintencionado y deciden callar.

nayeli.

williams@epasa.

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