Harta de que su toy boy tenga mamitis
Dios mío, la viejuca está que corta y se bebe sangre. Ya esta famosita no puede disimular que está que se la lleva quien la trajo porque su niñito tiene mamitis. Sí, dicen que desde que llegó la suegrita querida, el toy boy le dijo échate pa allá, qué pasa contigo... que tú ni eres, porque ya ni siquiera entrena con su preciosa y ahora todo lo hace con su madre. Y eso que le consiguió todos los canjes... Es más, ese cordón umbilical sigue bien pegado, porque el jugadorazo opta por no dedicarle tiempo a la otra, que se limita a responderle los comentarios en Instagram. Mano, esas tetas no jalan es que nadaaaa...
La dona debe plata de vestidito
Hasta cuándo con la misma historia triste y sin final y el mismo cuento de nunca acabar... Después de todo el alboroto con la Rosita Fresita, empiezan a salir los acreedores de la Donatella. ¡Ujum! Ya uno gritó que cuándo con su plata, sí así tipo dame mi collal, mi amor, porque ese trajecito de fantasía que brilló en el certamen no era gratis. La billetera del Parque Feullet nos sopló que al que le gustan los bollos preñados y el chicheme chorrerano, está muy pero muy molesto y eso, porque el guardaespaldas de la minita de oro, se está haciendo el loco y no le da la cara. ¡Rigo, la plata!
¡Ay, Santo! Pesca que pesca en páginas gays
Músculos vemos hombría no sabemos. Mujeres, cuidado, no se dejen engañar porque ese famosito, musculoso, competidor de un programita por allí, se la pasa pescando en río revuelto, digo en páginas gays. ¡Ujum! Dicen que él se sumó a esa bandita de latin lovers que no discriminan sexo ni color de piel, con tal de ganarse sus chimbilines. Y es que en estos tiempos de precariedad y crisis, el lema es sumar, sumar, sumar no importa si hay que trabajar con la cuerpa. ¡Jesucrito!