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Crece con su gente humilde
Jesús Simmons 1,000 feligreses, aproximadamente, van a misa.55 multis conforman el barrio de San Joaquín.150 niños se alimentan en el Comedor Divino Niño.1933 ya había presencia de la iglesia en Pedregal.Pedregal, un corregimiento que a pesar de sus problemas crece y aporta cosas importantes al país, un lugar de gente trabajadora que lucha por salir adelante.En este corregimiento nació Simón Lanza, de 75 años, quien supo prosperar hasta convertirse en miembro de una de las familias más reconocidas de Pedregal.Cuando él era pequeño, Pedregal era una sola calle de piedras, de allí el nombre de Pedregal, pues la gente decía: Vámonos por el pedregal.Al menos esta es la historia que siempre se ha contado sobre el origen del nombre del corregimiento.Recuerda Lanza que había un solo rancho que era la garita de la Policía, transcurría el año de 1950 y el lugar era puros potreros y había muchos árboles de mamones.Pero mucho antes, en 1930, su papá se instaló en Pedregal, en esa época solo había tres casas, donde hoy está la iglesia San Juan Bosco, allí mataban venados y hacían frijoles.Como en todo barrio, había un hombre al que llamaban Pecho de Tigre y al que todos los muchachos de 20 años le temían, pues no le aguantaba nada a nadie.A la mente de Lanza también llegan las imágenes de la cantina Manolín, que estaba ubicada frente a la desaparecida piquera de los buses de Pedregal.Allí llegaban gente de todos lados a bailar.También la piquera, que fue propiedad de Manolith Mayorga, fue un lugar superconocido, en este terreno operaban desde 1955 los primeros buses del corregimiento.Según Lanza, eran unos busitos que parecían cajetas.También la cantina La Pedregaleña, que fue propiedad de su hermana.Otro de los sitios importantes fue el hotel El Parador, ubicado justo a la entrada, aún el edificio está en el lugar, este es uno de los puntos más conocidos del corregimiento.Ni hablar de la comunidad de Rana de Oro, en donde cuentan que había muchas ranas doradas como las que hay en Antón, Coclé; Villalobos, donde según las leyendas había muchos lobos, pero esto se le decía a la gente para espantarla.En este Pedregal lleno de cosas y misterios interesantes creció Lanza, quien no se ve viviendo en otro sector del país, pues trabajando con mucho esfuerzo alcanzó todos sus sueños.Hoy siente nostalgia por ese Pedregal de antaño, pues hoy ya no es lo mismo, a pesar del crecimiento económico y empresas establecidas en el área.Él extraña ese Pedregal tranquilo en el que educó a sus tres hijos y en el que se podía caminar seguro y hasta dormir con las puertas abiertas sin temor, pues nadie te asaltaba.
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