Este crecimiento del vello ayudó en tiempos antiguos a calentar y proteger al hombre primitivo en climas fríos, y creció grueso sobre la mayor parte del cuerpo. Como los seres humanos se trasladaron a climas más cálidos, la necesidad de tal pelo grueso se redujo y se produjo menos vello corporal, y ahora todos luchan contra su crecimiento, lo que no es una buena práctica.
El vello corporal en realidad puede ser beneficioso, puede ayudar a proteger contra los elementos del viento, la lluvia y el sol, y a mantener la comodidad del cuerpo en los distintos climas del país.
Muchos mitos rodean el vello corporal, adicional se han hecho innumerables intentos para reducir el vello corporal, aunque muy pocos de ellos realmente funcionan.
Afeitar el vello no lo hará cambiar de color o crecer más grueso. Afeitarse embota las puntas del cabello, haciendo que parezca más oscuro, pero no cambia realmente su estructura.
Para la doctora, la mejor forma de rasurarse es después de la ducha, ya que la piel está caliente y los poros más abiertos, facilitando así la salida del vello.
Otra indicación es utilizar productos especiales para afeitarse, no sirve el jabón, debe ser espuma, dice y comenta que en el caso de la máquina, la de máximo dos hojas es la mejor, pues una de mayor cantidad será demasiado severa en el corte.