Ejemplo
César Jiménez es un ejemplo de esfuerzo y sacrificio no solo para los chiricanos, sino para todo el país.
Por más de cuarenta años, César Jiménez, de 60 años de edad y oriundo de la barriada El Retorno en el distrito de David, llega a horas muy tempranas a Calle Cuarta de la ciudad de David para ofrecer a sus clientes la tradicional agua de pipa.
Desde las seis de la mañana ya el puesto de César está listo para iniciar la faena.
Perseverancia
A pesar de que la actividad no es rentable en época lluviosa, César manifiesta que él se dedica a la venta de este producto todo el año, por lo que de lunes a domingo su puesto está abierto para ofrecer la rica y saludable agua de pipa a todas las personas que pasan por la transitada vía.
Con esta actividad informal he sacado a mi familia adelante. Tengo mi casa, porque empecé desde muy temprano a dedicarme a esto. Primero estaba ubicado en Calle Tercera, cuando ya tenía mi clientela me cambié para Calle Cuarta, donde está el puesto ahora. Y he seguido adelante trabajando duro; pese a que las cosas están más caras, sigo ofreciendo el producto, pero gracias a Dios, mis clientes siempre quieren agua de pipa, explica a DIAaDIA, César.
Confesión
Confiesa que él mantiene el costo de su producto porque la gente ya está acostumbrada al precio. No puedo subirlo, el vaso de ocho onzas está a 40 centavos, el de diez onzas a 55 centavos (la pipa entera). En esta temporada hago seis dólares por día y en temporada seca 35 dólares. Además, tengo que comprar el ciento de pipas, que está en 20 dólares, y a veces la pipa no llena un vaso. Son pérdidas que se registran, por lo que esta es la temporada baja de este negocio, sostuvo.
Todo el tiempo
Relata que para la estación seca se ve en las calles de la ciudad de David una veintena de vendedores de pipa, sin embargo, César se ha dedicado toda la vida a la actividad, y a pesar de que no le es rentable en época de lluvias, él continúa porque puede perder el puesto y, además, sus clientes buscan a diario el agua de pipa, ya que muchos dicen que en parte es medicinal, ayuda a los riñones y quita la sed.
César, con mucha complacencia, expresa que él educó a sus tres hijos, todos varones, que hoy día son profesionales y residen también en la ciudad de David.
Recomendación
María Morales, quien a diario pasa por el puesto de César, manifiesta que las autoridades deben dar más apoyo a estos vendedores. No puedo pasar y no tomarme un vaso de agua de pipa, ya es una tradición para los chiricanos este puesto de venta en plena ciudad de David. Nos brinda una bebida fresca y saludable.