AllanD' Ferrer, el poeta de las estufas; más inspirado que nunca...
Desde hace un buen tiempo viene documentándose sobre la vida y obra de este poeta, escritor y diplomático panameño, sin olvidar la gastronomía.
Desde niño se sintió atraído por los libros, la literatura. Ese ámbito era todo un paseo como dicen los panameños.
Proveniente de estrato humilde, pero afortunadamente tuvo un amigo de escuela que le permitía navegar en su biblioteca. Eso era vida en aquel momento, momentos maravillosos. Y así se nutría en conocimientos en su natal Venezuela.
A los 16 años de edad, el poeta AllanD' Ferrer incursionó en otra de sus pasiones, la cocina.
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Paralelamente fue cultivando la literatura como algo ya personal. Siente que tal vez todo fue por la soledad en la que vivía. Tiene muchas novelas y espera publicar su primer libro de poesía "Memorias del desvelo", cuya letras fluyeron estando en Panamá. Resulta que al no poder dormir se ponía a escribir. Son poemas dedicados a Panamá, por ende espera una buena aceptación del público panameño.
"Aquella tarde de enero", es uno de los tantos poemas de su colección. "El tambor de la alegría", es otra de esas composiciones.
Durante su estadía en Panamá ha laborado para restaurantes de renombres y actualmente es trabaja de manera independiente.
En este interín trabaja en un proyecto denominado "Mirando a Miró", una desnudez histórica, artística, existencial. Es por eso que desde hace un buen tiempo, Ferrer viene documentándose sobre la vida y obra de este poeta, escritor y diplomático panameño.
En estas investigación sobre Miró a descubierto cosas que se desconocen. Tanto han sido sus análisis que escribió "Lienzo colmado de prosas", dedicado a quien escribió la poesía "Patria".
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Cabe señalar que "Mirando a Miró" no es su primer monólogo, ya que en su tierra natal, Ferrer escribió "Mirando a Miranda".
Este poeta es del criterio de que hay dos tipos de educación, la educación para ser y educación para hacer. Es decir, la que capacita y luego la que aporta.
Con todas estas ideas ha sido considerado el poeta de la motivación, por su líneas que ha escrito. Por ejemplo, "Que no muera la quimera", un poema de lectura colectiva, de diferentes partes del mundo.
Este escritor es del pensamiento de que le gusta más la intención, pues muchos escriben para convencer, pero para él lo primero que hay que hacer es conmover.
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Bueno, en materia de comidas, quien lo escucha terminando suspirando y con el apetito abierto. Ferrer defiende la pasta de espinaca panameña y lo sustenta larga y tendidamente.
Confiesa que le molesta escuchar que se diga que Panamá no tiene identidad culinaria. "No excluyan a Panamá en la comida", destaca, puesto que en su experiencia ha confirmado que tiene una cultura culinaria muy amplia.
Para muestra un botón, "El poeta de las estufas", como le conocen, no cambia por nada del mundo un guacho panameño por un salmón ahumado. ¡Naaa!, un guacho de mariscos, unos buenos porotos o sopas... ¡Ay, primo!
En fin, si hay que defender la cocina panameña, búsquenlo.