El desarrollo de nuevos medicamentos ha permitido un cambio de paradigmas en el tratamiento de la Dermatitis Atópica (DA) en el mundo. La ciencia hoy brinda opciones innovadoras que van desde agentes tópicos como emolientes y esteroides, hasta la terapia sistémica, incluyendo la fototerapia y la terapia biológica.
Estos avancen permiten que pacientes que sufren DA, tengan ahora una nueva opción de tratamiento en el mercado.
Se trata de Dupilumab, un inhibidor dual de las vías de señalización de IL-4 e IL-13, mediadores clave y centrales de la inflamación de tipo 2, que recientemente fue lanzado en el mercado panameño. Un tratamiento eficaz y seguro para los pacientes con DA moderada y grave, también en niños y adolescentes, que permite que el paciente alcance un mayor control de su DA y, por ende, una mejor calidad de vida.
La DA es una enfermedad inflamatoria crónica que se manifiesta en la piel, caracterizada por lesiones enrojecidas, resecas y muy pruriginosas que pueden mantenerse por mucho tiempo, afectando la calidad de vida, la interacción social y la salud mental de los pacientes que la padecen.
El Dr. Luis Sarmiento, gerente Médico del área de Inmunología en medicina de Alta Especialización de Sanofi en la región Pacífico y Caribe, comentó que, aunque los datos son limitados, se estima que entre el 2 y el 5% de los adultos y el 13% de los niños de 6 a
11 años y el 15% de los adolescentes (12-17 años) padecen este molesto trastorno.
La DA es una enfermedad prevalente y representa una carga significativa
“La DA es compleja ya que los síntomas y lesiones visibles del padecimiento pueden provocar angustia, aislamiento y depresión en los pacientes, así como otra serie de complicaciones”, recalcó Sarmiento.
Entre 34% y 64% de los pacientes con DA tienen enfermedad de intensidad moderada a grave 3 , lo cual se relaciona con una afectación de su rendimiento escolar, una disminución de la confianza en sí mismos e incluso deterioro de su salud mental con mayor prevalencia de ansiedad y depresión.
“Es un padecimiento perturbador que no solo afecta a la persona que lo sufre, sino que impacta a todo el grupo familiar, ya que los padres y cuidadores de un niño o adolescente con este trastorno, se ven impactados cuando aparece alguna crisis”, resaltó Sarmiento.
Los brotes frecuentes, la intensidad de los síntomas como la picazón y la pérdida de horas de sueño, las comorbilidades como asma o alergia alimentaria, las infecciones sobreagregadas y la recurrencia de tratamientos con efectos adversos potenciales, así
como un elevado gasto en salud, son dimensiones en que la DA altera la vida de niños y adolescentes en este período clave de su desarrollo físico y emocional.
DA como una enfermedad multifactorial
La DA es una enfermedad donde diversos factores interactúan en el transcurso de la vida.
Por ejemplo, el factor genético es clave, manifestado por la prevalencia elevada en individuos con antecedentes familiares de enfermedades atópicas, pero también por la existencia de genes específicos alterados en estos pacientes.
También se ha determinado que estos pacientes tienen una flora bacteriana alterada en su piel y defectos en diversos componentes químicos esenciales en la fortaleza de la piel, lo que la hace particularmente vulnerable a elementos procedentes del medio ambiente,
tales como alérgenos, irritantes, contaminantes y agentes infecciosos.
Un avance crucial en el entendimiento de esta enfermedad es el conocer que hay un problema en la regulación de la función inmunitaria o de defensa de la piel, lo cual conduce a una inflamación persistente, crónica, con elementos que están activos aún cuando no se puedan ver lesiones. Esta inflamación, conocida como inflamación tipo 2, está presente en otras enfermedades con componente atópico, tales como el asma, la alergia alimentaria o la rinosinusitis crónica con pólipos nasales.
Tratamiento
Como parte de las recomendaciones médicas para estos pacientes, el Dr Sarmiento sugiere limitar la ducha o el baño a una vez al día con agua tibia, al secarse, evitar frotarse y aplicarse de inmediato un aceite especial o una crema hidratante, mantener la piel hidratada para disminuir la picazón y la inflamación, en las áreas que demandan mayor higiene usar jabones neutros para piel seca o delicada y mantener las uñas cortas y limpias.
Otros tratamientos que se pueden añadir son los medicamentos antiinflamatorios tópicos, que incluyen corticosteroides e inhibidores de la calcineurina. La enfermedad más grave y recalcitrante puede ameritar añadir fototerapia y/o medicamentos sistémicos de eficacia variable y con limitaciones de seguridad.