Llevar una dieta balanceada y rica en nutrientes es un hábito que aporta grandes beneficios a la salud física. Pero, poco se sabe que alimentarse saludablemente también puede ayudar a tener una salud mental en óptimas condiciones.
Las evidencias de la relación que existe entre la dieta y la salud mental está creciendo a un ritmo acelerado. Según ciertas investigaciones la alimentación desempeña un papel importante en el desarrollo y la prevención de problemas de salud mental.
Y es que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas en todo el mundo sufren algún trastorno depresivo mayor, lo que supone más del 3% de los problemas de salud mundiales. Debido a que cada vez hay más personas, de todas las edades, padeciendo estos problemas el tratamiento de la depresión ha sido y sigue siendo un área en constante evolución. Por ello, además del tratamiento farmacológico y de la terapia psicológica, en los últimos años se han realizado estudios para evaluar qué componentes dietéticos podrían influir en su prevención y tratamiento.
Según un estudio publicado en el Journal of Epidemiology & Community Health, comer pescado con regularidad podría reducir un 17% el riesgo de padecer depresión. La clave está en el Omega 3 ya que estos ácidos grasos poliinsaturados alteran las microestructuras de las membranas cerebrales, contribuyendo a modificar la actividad de la dopamina y la serotonina, dos neurotransmisores coloquialmente conocidos como las hormonas de la felicidad.
Otro dato curioso de la investigación es que la efectividad del pescado como inhibidor de la depresión es más elevada en el caso de los hombres (20%) que en el de las mujeres (16%), aunque los beneficios de este alimento para llevar una vida más feliz se han probado para ambos sexos.
Te puede interesar: Uso excesivo de chancletas puede provocar hongos y verrugas
Los expertos que realizaron el estudio mencionaron en el documento que las proteínas, vitaminas y minerales presentes en el pescado contribuyen a una menor pesadez, al tiempo que aportan una mayor sensación de bienestar.
Funciones de los ácidos omega 3
Entre estas funciones se pueden mencionar:
1. Mantenimiento de la función cerebral.
2. Mantenimiento del sistema inmunitario.
3. Reducción de mediadores de la inflamación (citocinas y prostaglandinas proinflamatorias).
4. Mejora de la neurotransmisión dopaminérgica y serotoninérgica.
Dichos ácidos grasos, al considerarse esenciales, se deben ingerir a través de alimentos como el pescado azul, el marisco, algunos frutos secos y semillas, aunque también se puede complementar esta ingesta dietética a través de la toma de suplementos ricos en omega 3.
De hecho, el creciente interés por este tipo de grasas ha promovido la aparición de suplementos de EPA y DHA que han sugerido tener efectos beneficiosos en el tratamiento de la depresión. No obstante, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, aunque recomienda la ingesta de 250 mg de EPA y DHA para adultos sanos, no ha informado positivamente sobre los efectos de estos ácidos grasos sobre la función cognitiva o el estado de ánimo de las personas y la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos tampoco ha aprobado el uso de suplementos formulados con EPA y DHA para el tratamiento de cualquier trastorno psiquiátrico.