Hasta que la muerte los separe, o al menos se intentó. Todos los días uno se encuentra con situaciones, que te ponen a pensar dos que tres veces.
En Indonesia el amor trascendió todo pronóstico y hasta fue llevado al altar, pero ojo, está no era la idea original o al menos el plan que tenía la esposa.
También puedes leer: Alajuelense, rendido ante Freddy Góndola: 'Definitivamente es un acierto'
Resulta que una joven de 22 años decidió unirse en matrimonio con un hombre, pero luego de diez meses, se dio cuenta de que durante todo ese tiempo, solo se había hecho pasar por uno.
Todo empezó en mayo de 2021 cuando los dos se conocieron por medio de una aplicación de citas en la ciudad de Jambi, Indonesia.
La mujer (el supuesto marido) se hizo pasar por un exitoso médico neurocirujano recientemente convertido al Islam que estaba en busca de una esposa. Se presentó con el nombre de Ahnaf Arrafif y dijo que acababa de llegar de estudiar en Nueva York.
La pareja se enamoró rápidamente y se casaron nada más tres meses después de conocerse y las sospechas se iniciaron luego de que se fueran a vivir con la familia de la mujer.
También puedes leer: Habilitan albergue provisional para afectados por inundaciones en Arraiján
Los parientes notaron comportamientos extraños en Arrafif, como que se bañaba con ropa, no se quitaba las camisetas y tenía bultos en el pecho. Ante esto último, Arrafif se defendió diciendo que se trataba de un problema hormonal. Pero las dudas que rodeaban a Arrafif no fueron solo físicas.
La familia de su esposa se preguntaba también si en realidad tenía la profesión que decía. Según ellos, pasaba mucho tiempo en la casa, mantenía horarios muy flexibles y no tenía diplomas o algo que comprobara que había estudiado medicina.
Ante las crecientes sospechas de la familia, Arrafif se llevó a su esposa lejos de su casa. Se pasaron a vivir a a la localidad de Lahat, en Sumatra del Sur.
De acuerdo con lo informado por el diario Daily Star, allí la mantuvo encerrada. La mujer no tenía permitido salir, recibir visitas o llamar a sus familiares.
Además, Ahnaf Arrafif controlaba las platas de su esposa. Finalmente la mamá de la víctima reportó a su hija como desaparecida y entonces intervino la policía.
Varios agentes las localizaron y fueron hasta la casa, donde al ser interrogada, Arrafif admitió que no era un hombre como había dicho y que su nombre real era Erayani.
La denunciante pidió inmediatamente el divorcio y acusó a la otra de haber estafado a su familia por más de 20 mil dólares (unos ¢13 millones).
Según las leyes de Indonesia, la mujer que se hizo pasar por hombre podría tener una sentencia de hasta 10 años de prisión.