Parece inofensivo, pero no lo es. El mono cariblanco o capuchino no es para mantenerlo en cautiverio, es salvaje y su ambiente natural son los bosques secos, bosques húmedos, manglares, también bosques secundarios viejos y bosques primarios, aunque la alteración a su medio está obligándolo a invadir áreas residenciales.
Esto quedó reflejado cuando en días pasados fue incautado por funcionarios de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) un ejemplar en una residencia; al momento de la captura, el primate presentó una conducta agresiva, por lo que fue necesario que los funcionarios Carlos Castillo y Johana Castillo utilizaran una red de pesca y un lazo para poder someterlo.
Por esta razón se le hizo un llamado a los panameños a no tener animales exóticos y que no se puedan domesticar en casa, pues esto causa daño al ambiente y al propio ser humano.
Actualmente, la población se ha reducido considerablemente, tanto por la destrucción de su hábitat como por su caza para tenencia ilegal como mascota, por lo que se encuentra en serio peligro de extinción.