Alegría, disciplina e improvisación son algunas de las características principales que debe tener todo buen payaso o animador.
Panamá, por primera vez acogió la Feria de la Risa, evento que se llevó a cabo en el Domo de Curundú, los días 4, 5 y 6 de noviembre.
La actividad consistió en una serie de talleres prácticos en los que participaron unas ocho delegaciones de países hermanos como Venezuela, Guatemala, El Salvador, Perú, Costa Rica, República Dominicana, México y el anfitrión Panamá, a cargo del payaso Chirryn.
Durante los tres días se realizaron competencias entre los asistentes, entre las que destacaron mejor maquillaje y vestuario, competencia de globoflexia, show individual y dinámicas infantiles.
La guatemalteca Lisbeth Oliveros, conocida artísticamente como Pequitas, fue una de las delegadas encargadas de mostrar algunas técnicas del arte del Pintacaristas.
"No es ético hacer reír a doscientas personas burlándose de una, la meta real es hacerlos sentir bien, ser animador debe hacerse con amor y con pasión", señaló Pequitas.
Maribel Montoya, alias Mechitas, de Costa Rica, destacó que invertir en ellos mismos como payasos es a largo plazo, ya que en su caso, esto le ha permitido viajar por más de cuatro años a diversos talleres.
Por su parte, el Payasito Tatin, de Panamá, señaló que actualmente se puede vivir de esto si te dedicas en su totalidad. "La verdad es una actividad muy rentable y no es vestirse por vestirse, hay que dar un buen show, mostrar buenos juegos y tener un buen maquillaje", puntualizó Tatin.
El próximo año, la feria se trasladará a República Dominicana y seguirá con la tradición de recorrer todos los países de Latinoamérica.
Entre maquillaje y vestuario, un payasito demora alrededor de unos 15 minutos en preparase para dar un buen "show".