Con la llegada del mes de mayo ocurren las primeras lluvias y el cambio de clima aumenta los riegos de contagiarse de enfermedades y virus que afectan el sistema respiratorio.
Una de las razones por las cuales hay mayor circulación de los virus respiratorios durante la época lluviosa es porque, ante las constantes precipitaciones, las personas están hacinadas en sus casas o sitios de trabajo, lo que propicia la circulación de aire contaminado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como enfermedades respiratorias a todas aquellas afectaciones a las vías respiratorias, incluidas las vías nasales, los bronquios y los pulmones.
Una buena alimentación es uno de los elementos fundamentales para que el sistema inmune actúe eficientemente ante este tipo de enfermedades y virus, por lo que una alimentación mal equilibrada tiene una influencia negativa en la actividad inmunológica.
"El mantenimiento del sistema inmunológico requiere un consumo constante de alimentos que contengan todas las vitaminas y minerales necesarios. Estos nutrientes (vitamina A, C, D, B6, B12, ácido fólico, hierro, selenio, zinc y cobre) pueden estar presentes en frutas, vegetales, nueces, semillas, lácteos y granos integrales. Además es importante considerar el buen dormir, el control del estrés, no fumar y realizar actividad física de manera regular; todo esto nos ayudarán a promover una mejor salud de forma general", señaló Francisco Herrera, nutricionista de Productos Nevada.
Además, es muy importante ingerir agua en cantidades suficientes para que nuestro organismo funcione bien, ya que estamos formados en un 70% de agua. Si estamos deshidratados nuestras mucosas, que desempeñan funciones importantes de defensa, se debilitarán.
Probióticos para reforzar el sistema inmune
Los alimentos con probióticos son aquellos en los que existen bacterias beneficiosas que pueden ayudar a reforzar nuestro sistema inmunológico, las cuales “sobreviven” a la digestión y llegan vivas al tracto intestinal, ayudando a mejorar o fortalecer la flora intestinal.
“Uno de los efectos más evidentes con el consumo de alimentos con probióticos es su papel en la prevención y en el control de infecciones diversas. Existen estudios donde se demuestra que la presencia de ciertas cepas en el intestino puede modular la presencia de microorganismos incluso en otros órganos periféricos”, indicó Herrera.
El consumo de alimentos probióticos como el yogurt está relacionado con una mejora de la salud intestinal porque se supone que promueven el crecimiento de la microbiota, el conjunto de bacterias que viven de forma natural en nuestro intestino y que nos ayudan a digerir mejor los alimentos.
Un consumo regular de lácteos fermentados como yogurt contribuye, asimismo, a aumentar las defensas inmunológicas, inclusive existen estudios que demuestran que el consumo de estos alimentos de forma regular brinda un mejor estado del sistema inmunitario además de una mayor resistencia a intoxicaciones alimentarias.