Tengo 52 años y 20 con diabetes tipo 2, me ha costado controlar mi dieta y bajar de peso, mi médico me dice que tengo hallazgos de neuropatía diabética, porque no siento las plantas de mis pies y que debo tener mucho cuidado con los mismos porque me puedo lastimar y no darme cuenta. ¿Porqué sucede esto?
La diabetes mellitus es una de tantas enfermedades crónico -degenerativas que están afectando a nuestra población, se le considera uno de los elementos para hablar del síndrome metabólico. De manera muy simple, podemos decir que la diabetes es una condición que surge cuando el cuerpo es incapaz de metabolizar el azúcar (glucosa) que está en el torrente sanguíneo, y los niveles de esta la hacen dañina para los diferentes órganos y tejidos. Esto puede ser porque el páncreas no produzca insulina, lo que tiende a evidenciarse desde la infancia generalmente, (diabetes tipo I) o porque la cantidad de azúcar que llega al torrente sanguíneo es insuficiente en relación a la capacidad del páncreas de producir insulina (diabetes tipo II). Esta última es la más frecuente y se asocia generalmente a obesidad y estilos de vida no saludables.
La diabetes, como todas las enfermedades crónicas, si no se controla adecuadamente va condicionando lesiones en órganos y tejidos. La neuropatía diabética es el nombre que se le da a las lesiones que sufren los nervios en las personas diabéticas. Estas lesiones se deben a disminución del flujo de sangre a los mismos (vasculopatía diabética) y a daño directo por los niveles altos de azúcar en la sangre.
El sistema nervioso controla de manera voluntaria y automática todos los órganos y sistemas del cuerpo, así que la afectación de los nervios va a alterar a todo el cuerpo, ocasionando otras enfermedades.
Aproximadamente la mitad de los diabéticos desarrollarán daño neurológico. La mayoría de las veces, los síntomas no comienzan hasta los 10 a 20 años después del diagnóstico de diabetes, como parece ser su caso. Los síntomas con frecuencia se desarrollan lentamente durante algunos años y pueden variar dependiendo de los nervios que estén afectados. Incluyen problemas para digerir el alimento, por lesiones en los nervios que tienen que ver con el sistema digestivo, lo que provoca la sensación de llenura después de comer solo una cantidad pequeña de alimento, acidez gástrica y distensión abdominal, náuseas, estreñimiento o diarrea; problemas para deglutir o tragar y vómitos horas después de una comida. Si se afectan los nervios de las extremidades puede haber hormigueo o ardor en los brazos y las piernas; sensaciones que empiezan con frecuencia en los dedos de los pies o pueden presentarse como dolor profundo, con frecuencia en los pies y las piernas. Incluso se pierde la sensibilidad en los brazos y piernas, como lo que usted describe y puede no notar cuando se para en algo puntiagudo, tiene una ampolla o una cortadura pequeña, toca algo que está demasiado caliente o frío, lo que luego se puede complicar con infecciones y terminar hasta en amputaciones de dedos, pies o piernas.
Cuando el daño afecta los nervios en su corazón y vasos sanguíneos puede presentar mareos al ponerse de pie (hipotensión ortostática), tener una frecuencia cardíaca rápida, dolor en el pecho que avisa sobre lesión en el corazón o hasta un ataque cardíaco. Otros síntomas de daño nervioso son los problemas para la erección del pene en el hombre y la resequedad vaginal y falta de orgasmo en la mujer. Incluso puede pasar que al paciente se le baje el azúcar y las alarmas nerviosas no respondan, o sea que no se dé cuenta. La persona puede tener escapes de orina y posiblemente no sea capaz tampoco de darse cuenta si su vejiga está llena o de vaciarla.
Las fallas en el sistema nervioso autónomo pueden provocar sudoración profusa (aún con temperatura fresca, en reposo o en otros momentos inusuales).
Por todo lo antes expuesto, es comprensible la importancia de mantener su azúcar en la sangre en un rango adecuado, por lo que se debe aprender los pasos básicos para manejar la diabetes, evitar así sus complicaciones y permanecer lo más saludable posible. Estos pasos abarcan dieta, ejercicio y, algunas veces, medicamentos. Por otro lado, tal vez necesite revisar su azúcar en la sangre diariamente o con más frecuencia. El médico lo ayudará haciéndole exámenes de sangre y otras pruebas. Algunos medicamentos usados para otras situaciones pueden ser útiles para reducir los síntomas en los pies, las piernas y los brazos como algunos antidepresivos (la amitriptilina, doxepina o duloxetina); o fármacos que se utilizan para tratar las convulsiones, (gabapentina, pregabalina, carbamazepina y valproato) y analgésicos. También existen tratamientos para las náuseas y los vómitos que puede abarcar: tomar medicamentos que ayuden a mover el alimento más rápidamente a través del estómago y los intestinos; dormir con la cabeza levantada; ingerir comidas más pequeñas y con más frecuencia. Los fármacos tales como sildenafil (Viagra), vardenafil (Levitra) y tadalafil (Cialis) se pueden emplear para tratar la impotencia. Su médico podrá elegir el tratamiento más indicado para su caso. NO SE AUTOMEDIQUE.
Por último, para mantener los pies sanos, usted debe revisarlos y cuidarlos TODOS LOS DÍAS. Procurar que el médico se los examine al menos una vez cada 6 a 12 meses para comprobar el avance del daño nervioso y verificar que esté usando el tipo apropiado de zapatos.