Barrabás, le dijo, estuvo preso por años, fue torturado y llevado al límite comenzó a convertirse en esa bestia, que no tiene más palabras. Él se expresa con la mirada. Por eso yo te elegí
después de investigar, tú pareces encarnar bien a ese animal salvaje y, al mismo tiempo, refugiar en el fondo del corazón la mirada del hombre bueno, dice que sentenció Gibson.