Los estudiantes de la escuela agropedagógica padre Pedro Hulsebosch, ubicada en la comunidad de Cerro Plata, distrito de Cañazas, están haciendo uso de todos los conocimientos adquiridos en las aulas y en conjunto con la Fundación Solidaridad y Desarrollo de Panamá Fusodep producen la tierra con diversos cultivos para beneficio de las familias.
Las tierras deben aprovecharse y la mejor manera de hacerlo es enseñándoles a estos jóvenes de la provincia de Veraguas, la responsabilidad de trabajarlas continuamente para sacar de ella los alimentos para la subsistencia de la comunidad y para distribuirlos en los mercados como una manera de hacer rentable la actividad.
"Estamos viviendo tiempos en que cada vez hay menos jóvenes que quieren dedicarse al campo", manifestó Roberto González, presidente de Fusodep.
Sostuvo que la actividad agrícola no tiene herederos porque la mayor parte de los productores son de avanzada edad y sus hijos y nietos están dedicándose a otro tipo de actividades y profesiones.
Por esta razón, la fundación que dirige González está haciendo un trabajo muy productivo de la mano con los estudiantes y educadores de la escuela agropedagógica de Cañazas, pues están sacando provecho a la tierra con varios rubros agrícolas.
El proyecto que impulsa esta escuela es un modelo de desarrollo agrícola y de producción orgánica no solo para Cerro de Plata y Cañazas, sino también para todas las regiones rurales del país.
"Aquí se produce de forma sana y se beneficia a muchas comunidades", puntualizó González.
Maximino Díaz, ingeniero agrónomo, señaló que el trabajo que está haciendo Fusodep a través de esta escuela, va dirigido a impulsar la recuperación de los suelos y hacerlos productivos.
Señaló que en las 1.7 hectáreas de terreno de la finca, se ha producido toda clase de cultivos.
- Todos ayudan para hacer producir la tierra y tener una buena cosecha.
- Se comercializa en el mercado: miel de abeja, plátano, yuca, otoe y ñame.
Hay grupos de niños y jóvenes que aprenden a cultivar la tierra y cómo hacer un huerto, con resultados positivos.
En Cerro de Plata, de Cañazas, ya hay familias que aportan sus tierras para criar ganado de leche y de carne.