Dos caserones en las calles 7 y 8 avenidas Balboa y del Frente se incendiaron ayer, lo que dejó al menos unas 30 familias damnificadas.
Los viejos edificios, que se habían convertido en albergues permanentes desde hace más de 15 años, son los 7037 al 7039 y 7019 al 7020. Fueron pocas las familias que pudieron sacar sus pertenencias, ya que muchas no estaban allí.
Oscar Santizo, comandante segundo jefe de los bomberos en Colón, informó que el fuego fue controlado en unos 20 minutos, pero como los edificios son de madera por dentro, esa parte fue consumida, y la externa se mantuvo porque es de concreto.
Señaló que una mujer embarazada que se desmayó fue el único caso atendido por la ambulancia que hizo el traslado, ya que no se registraron heridos de los camisas rojas ni de los habitantes de los caserones.
Manifestó que se trasladaron los carros cisterna para evitar la falta de agua en el lugar.
Ismaelín García, quien vivía en el cuarto 2 de uno de los caserones, informó que al momento del incendio estaba laborando en el restaurante Eugenio, y cuando llegó ya lo había perdido todo.
García vive junto a su esposa y sus 4 pequeños hijos que también perdieron todos sus útiles escolares.
Omaira Ortiz dijo que lleva 12 años de vivir en ese edificio que les servía de albergue, ya que fueron reubicados después de un incendio en el que también lo perdieron todo.
Ortiz, llorando, hizo un llamado para que los reubiquen en un buen edificio, al igual que a los vecinos.
El ministro encargado de Vivienda, Edgardo Lasso, llegó a los 45 minutos al área del incendio y se reunió con los damnificados para informarles que de inmediato se gestiona la ayuda.
El personal de trabajadoras sociales se encarga del censo para conocer cuántas familias pueden alojarse en casa de sus parientes y otras en los hoteles.