Ante la situación registrada en el hermano país de Costa Rica donde la Fuerza Pública de ese país dio con el decomiso de varios sobre de golosinas que al realizar la prueba dio positivo a la droga conocida como cocaína, las autoridades de Panamá dijeron no bajar la guardia, para evitar que estas personas utilicen la frontera para llegar hasta planteles panameños.
El Servicio Nacional de Fronteras ha reiterado su compromiso de ser garantes de la seguridad en la zona, donde las unidades trabajan las 24 horas para la seguridad de todos los panameños, teniendo en cuenta que existen muchos pasos clandestinos, pero se mantiene una vigilancia permanente.
Llamado de atención
Las autoridades han hecho el llamado de atención a los padres de familia que conversen con sus hijos en casa y los alerten de que no debe recibir ningún tipo de golosinas de personas extrañas, ya que de eso se trata de prevenir a los estudiantes.
La alerta se da cuando el pasado viernes autoridades de Costa Rica, detectaron la presencia de golosinas con cocaína en un centro educativo de Goicoechea, en la capital de San José, donde algunos niños resultaron con síntomas de intoxicación al ingerir unos dulces que contenían cocaína.
Una vez se registró la situación en este plantel agentes del Programa Regional Antidrogas (PRAD) hicieron la prueba de campo a los confites y dieron positivo por cocaína, donde en indagatoria se logró determinar que el menor que presuntamente obtuvo las golosinas las recibió de manos de unos sujetos a bordo de un vehículo particular, en total fueron siete paquetes dentro de un caja.
El ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Michael Soto explicó que esta es una nueva modalidad utilizada por estas personas para llevar las drogas a las poblaciones más vulnerables, en este caso los niños, y es algo nunca antes visto; sin embargo tratan de buscar nuevos clientes como estrategia, para crear algún tipo de adicción para tener un mercado a mediano o corto plazo.
Se pudo conocer que los sujetos que entregaron las golosinas con cocaína, viajaban en un vehículo particular, sacaron una ruleta con colores y les pidieron a los niños que jugaran, que si la flecha caía en el mismo color de los confites les darían uno de premio.
