tierra-adentro -
Hermosa tradición
Melquiades Vásquez / Melquiades Vásquez Estos jubilados santiagueños preparan la comida típica preferida en época de fin de año.Una hermosa tradición de fin de año conserva un grupo de santiagueños, que es repartir comidas, refrescos y compartir hasta un momento de meditación con las personas adultas mayores, enfermos, abandonados e indigentes que pululan por las calles.Además, les llevan un plato de comida a las personas de avanzada edad, abandonadas por sus familiares en el Hogar de Ancianos San Juan de Dios de Santiago.Según Alberto González, un santiagueño identificado con la noble causa, relata que estos seres humanos lloran por un poco de calor humano.Solo los jubilados y pensionados del capítulo de Veraguas les dan un poco de ternura y comida.De esta asociación hay un grupo de personas desprendidas, encabezadas por los educadores santiagueños Alberto González, Juan Madrid y otros, que llevan varios años repartiendo comidas a los ancianos, igualmente en el hogar de niñas y a personas indigentes que están en las calles el 31 de diciembre a las 12:00 medianoche, como una actividad de año nuevo.Y es que muchos familiares, en el caso del Hogar de Ancianos de Santiago, se olvidaron de ellos y ni siquiera en esta fecha los visitan.El grupo de los desprendidos santiagueños prepara la comida típica de preferencia en esta época y se sirve caliente a la mesa, para repartirla con los ancianos del Hogar San Juan de Dios.La iniciativa lleva cerca de 15 años y nace, cuenta González, ante un evidente abandono familiar de los gerontes, quienes esperan que en esta fecha, al menos, por quienes ellos dieron los mejores momentos de su vida, les lleven un bocado.Estos jubilados mantienen estrechas relaciones con las hermanas católicas, encargadas de la atención de las personas que están en el hogar.
Etiquetas